martes, 30 de julio de 2013

Un pasado en la Toscana.

Esta historia está dedicada con mucho cariño a mi estimada Blanca.

Blanca y su familia habían decidido ese verano alquilar una casita en Siena en la Toscana (Italia), su marido ella y los niños creyeron más oportuno hacerlo así ya que les daba más libertad, salieron en coche desde Barcelona y haciendo bastantes paradas, al fin llegaron a esa bella ciudad.

Tierra de origen divino que roza lo perfecto. Eso es lo que se dice de ella, a mi me parece muy hermosa.

Eran ya sobre las siete de la tarde de ese lunes de agosto bastante caluroso cuando llegaron. La casa estaba muy bién, era grande, tenía un jardín y dos columpios, por dentro muy confortable, Jordi, su marido iba sacando las maletas mientras Blanca y los niños hacían la inspección de rigor, todos estaban cansados del viaje por lo que cenaron unos bocadillos, baño para los niños y a dormir, Jordi se instaló con el ordenador en la habitación mientras Blanca prefirió salir al jardín.

La noche estaba tranquila y hermosa, se sentó en el columpio y empezó a mecerse, en ese instante como si de un tornado se tratara se sintió absorbida por una fuerza imparable que tiraba de ella, y de repente.

Siglo XVI. Ella en un carruaje atravesaba la bella Siena al trote, distinto todo era distinto, ella mísma se miró, llevaba una falda larga de tafetán rojo y una blusa de gasa blanca con ribetes de hilo de oro, un moño a cada lado de su cara con una redecilla de oro y perlas, era muy joven.

El cochero paró, le abrió la puerta y la ayudó a bajar, ella entró en una casa donde la esperaba Francesco el pintor, que hacía los encargos de su familia.

Giorgio, su esposo le había encomendado hacer un cuadro de su esposa Bianca, anteriormente toda la familia ya había posado para uno grupal,el matrimonio y los tres hijos, Anna, Bianca y Marco.

Todos los días pasaba unas horas posando para él.

Era un busto de la joven que su esposo quería poner en su despacho junto con el de sus hijos, ya que en el comedor ya presidía el de toda la familia al completo. Cada medio día el cochero  pasaba a recogerla y llevarla a casa para comer con su familia.

Giorgio, su marido era un reputado abogado en Siena, eran una familia acomodada, vivian junto con los padres de ambos y el servicio, en un palacete renacentista de gran belleza,además de muy confortable, Por su amplitud, daba independencia a todos los que vivian en él. Se codeaban con lo más granado de la sociedad y acudían a diversos fastos organizados por los nobles de la época, llevaban una vida cómoda y feliz, eran una familia muy unida. Bianca aún disponiendo de servicio se cuidaba personalmente de atenderlos, además acudía a clases de música y manualidades, también colaboraba con causas benéficas junto con otras esposas.

Pasaron unos cuantos años en la que sus vidas transcurrían tranquilas y plenas, pero hacia el 1554 empezaron las revueltas, Bianca y su familia salieron de Siena sin pertenencia alguna dejándolo todo, marcharon hacia Venecia donde tenían amigos en las altas esferas y les podían albergar hasta que se instaurara la calma( fue en agosto de 1554 en la batalla de Marciano donde la ciudad fue cedida a los Médicis).

Durante la huída a Bianca se le fueron disolviendo las imágenes rápidamente, otra vez el tornado que giraba frenéticamente y ella totalmente desmadejada sentada en el columpio, habían pasado solamente quince minutos desde que salió a sentarse y volver a encontrarse en el momento actual.

Que a pasado? Se preguntó a si mísma todavía confusa, entró en la casa a bandazos, pálida, su marido cuando la vio le preguntó que te a pasado? estás pálida y vaya pelos llevas.

No sabría que decirte en este momento, voy a ducharme e intentar dormir, que no se si lo conseguiré.

Aquella noche Blanca estuvo muy inquieta, se levantó al alba, salió al porche era de noche miró al cielo, infinidad de preguntas colapsaban su cabeza, que era eso que le había sucedido, pasó un buén rato afuera, empezaba a salir el sol y ya se oían los niños correr por la casa, entró para empezar a preparárlo todo ya que ese día tenían previsto pasarlo en la ciudad de Siena.

La casita que alquilaron estaba a las afueras, habían contratado un guía para que les enseñara lo más importante, habían pensado ver la ciudad por la mañana y después de comer ir a ver los museos, así lo hicieron.

Ya por la tarde el guía les comentó si querian ver un palacete que se encontraba en muy buenas condiciones y que había pertenecido a una familia acomodada en el siglo XVI, les pareció bien, pagaron la entrada y fueron visitando las estancias, llegaron al comedor y Blanca se encontró de frente con el cuadro de toda la familia, se tuvo que coger a Jordi para no caerse.

El le preguntó.

Pero que te está pasando, estás rarísima desde que hemos llegado.

Blanca le dijo  mira los nombres del pie del cuadro, efectivamente Giorgio, Bianca, Anna, Bianca, Marco, sígueme fueron a lo que sería el despacho de la casa y allí estaba ella el cuadro del busto de Bianca, entonces le pidió al guia que los dejara solos un momento y Blanca le explicó a Jordi todo lo que le había pasado, él se quedó muy sorprendido, era todo muy extraño, decidieron hacer unas fotos del interior del palacete y de los cuadros, acabaron la visita y se marcharon a la casa.

Allí tranquilamente cuando los niños ya se habían dormido, instalaron las fotos en el ordenador, pusieron sus manos sobre el cristal en el que estaba la foto familiar como si quisieran atrapar un trozo del pasado, Jordi dijo.

Te imaginas que realmente fuéramos esta familia y ahora nuevamente estamos aquí todos juntos otra vez, los dos sintieron un escalofrio, como de que aquella vida y esta se superponían, como si todo estuviera sucediendo simultáneamente. Como si todo se conjugase en un ahora.

Si muchas personas vivieran esta experiencia creo que sus vidas serían valoradas de forma distinta, más consciente, sin miedo a perder nada ni a nadie, creo que nos queda todavia mucho por aprender y mucho por experimentar.

Se dieron la mano y allí quedaron viéndose reflejada su imagen sobre el cristal del ordenador detrás la foto familiar de su supuesta experiencia en el siglo XVI. Quedó en su corazón un gran recuerdo de esas vacaciones que jamás podrán olvidar.

Su pasado en la Toscana.

Por la forma en que vivimos, por la intensidad de las emociones que sentimos, Por aquellas cosas inacabadas,creemos nos hacen volver a repetir con las mísmas personas, aunque quizá con diferente aspecto, incluso con otro sexo, otras puede ser la mísma situación, en otras los papeles cambian, tanto por apegos, deseos, necesidades excesos de dependencias, resentimientos etc, todo eso nos hace tener que continuar con nuestra experiencia de evolucionar, hasta recordar y elevarnos hacia nuestro verdadero destino,el amor.

Con todo mi cariño para Blanca y su familia, espero sea de vuestro agrado esta historia y vuestra  romántica experiencia en el siglo XVI en la Toscana, un lugar tan y tan bello como fue tu deseo, coincidencia?

Todo es por algo. Llegaremos ha averiguarlo.

Gracias a todos por leerme y como siempre Paz y amor con cariño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario