La historia de Ignacio.
Amigo mío espero esta tu historia forme parte de tu vida diaria después de leerla
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Ignacio había marchado a una ciudad de Africa en sus vacaciones, hacía una tarde preciosa y decidió salir a comprar algún libro típico del país. Paseando vió al final de un callejón una librería algo destartalada, más por curiosidad que por otra cosa entró a ver. Un señor mayor al otro lado del mostrador le invitó a mirar sin compromiso de compra. Había muchas estanterías repletas de libros antiguos. Pero en una de ellas, sobresalía uno que llamó su atención, lo sacó y vió que en la tapa habia incrustado un zafiro de color índigo, lo abrió,estaba lleno de signos que no entendía. El librero que lo observaba por el rabillo del ojo, le comentó que si quería, a partir de las ocho de la tarde cuando cerrara la tienda, podía pasar y el le explicaria su significado.- Ignacio lo dejó nuevamente en la estantería y se marchó.
Con gran curiosidad y algo de temor se planteó si aquella tarde acudiría o no a la tienda, sobre las ocho ya era de noche. Se acercó a la librería dubitativamente, había una vela encendida en la ventana, abrió la puerta tímidamente y vió al Señor, vestía una túnica blanca y llevaba un zafiro en la frente. Este le invitó a entrar. Ignacio estaba un poco asustado, pero aquel hombre irradiaba bondad y paz. Entonces se presentó.
Soy el maestro Morya. El director del primer rayo. el rayo azul. Escucha lo que voy a decirte.- Mide bién la visión que te venga de cualquier parte de la vida, ya que tal como lo percibas se volverá hacia tu conciencia, que es la que compartes con todos. Procúrate aquellas cosas que te liberen, que te alivien, será con tu ejemplo que ayudarás a los demás a encontrar su lugar. Ese es el propósito de la vida. ser libres para evolucionar.- El libro te ha elegido a tí para lo que vas a presenciar ahora. El maestro lo abrió y empezó a salmodiar mantrams que Ignacio no conocía, eran como una letanía.
Al cabo de poco tiempo se manifestó un bellísimo ser con una espada de cristal zafiro en sus manos. Seguidamente otro que portaba un báculo caduceo con una serpiente de oro enroscada. Otro ser luminoso se apareció con un libro en papel de seda letras de oro y tapas de madreperla Y el cuarto portaba en las manos una esfera de luz de diamante.
Los cuatro rodearon a Ignacio y con una inclinación de cabeza se dirigieron a el presentándose uno a uno con este mensaje.
YO SOY Miguel. Arcángel. Defensor de la fe y la protección.Te recuerdo el don de la justicia, para que vivas en ella.-.
YO SOY Rafael. Arcángel de la consagración y la curación. Te recuerdo el don de la salud y la verdad, para que vivas en ella.-
YO SOY Gabriel. Arcángel de la resurreción a través del amor.Te recuerdo el don de la palabra correcta y la compasión para que vivas en ella.
YO SOY Uriel. Arcángel del ministerio. Te recuerdo el don del conocimiento, de la provisión y la voluntad de proteger, para que vivas en ella.- Ignacio estaba en un estado de absoluta admiración.
Una vez tocado por la energía de los arcángeles, estos desaparecieron.-
El maestro le dijo.
Estas palabras que has escuchado se encuentran ya en tu interior y en el de cada uno, pero es a través de las emociones y sentimientos como se manifiestan para así poder crear de una forma intencionada y consciente. Estan ahí desde el eterno principio, ahora es el momento de retomar aquello que tu viniste hacer y recordar quién eres realmente y de lo que formas parte, tu eres lo que has visto y sentido. Experimenta estos mensajes y se un ejemplo para los demás, ya ha llegado el momento, no lo demores es importante que cada vez más hermanos vayan recordando por que están aquí. Esta es tu misión. En un tiempo volveremos a encontrarnos nuevamente y te mostraré más misterios, conocerás a otros Maestros Ascendidos y su misión para la unidad de la Gran Familia Universal.
Se saludaron con una inclinación de cabeza. Ignacio salió de la tienda algo consternado, una vez fuera miró hacia atrás.
No había nada.
Supo que aquella experiencia fue un gran regalo y que esa era la verdadera realidad, que formaba parte de eso y que su vida no era más que un sueño ideado por una mente superior.
Una gran idea para la realización de un destino más elevado.
A partir de ese día Ignacio fue en busca de la justicia con una gran fé en su consecución, de la verdad que es lo único que hace libre, de la curación del alma para poder así ayudar a sanar el cuerpo, fue en busca de la palabra correcta y creadora que expresada con amor hacía milagros y del conocimiento que atrae la abundancia.
Miró al cielo y vió cuatro estrellas que formaban un corazón
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Cada historia escrita para cada uno de vosotros está pensada para recordar quien sois, quien somos.
No son historias trasnochadas, son historias de amor que nos pueden llevar a una vida de realización conocimiento y sabiduria. Nuestra verdadera vida, mágica plena y feliz.
Gracias por vuestra lectura y vuestro cariño.
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