Esta historia está dedicada a mi madre, la escribí hace siete años en su ochenta aniversario.intentando tocar la niña interior que todos llevamos dentro y que nunca debieramos perder.
Había una vez una niña que quería conocer a los seres del bosque, un día salió de su casa en su búsqueda, sabía que estaban allí en esos lugares donde la naturaleza vive en libertad, por lo que fue a uno de ellos.
Caminó dias y dias por el interior, se alimentaba de algunos caramelos que llevaba, una vez terminados, de raices y frutas que iba encontrando por el camino, cansada de tanto andar se sentó bajo un gran roble, frente a un hermoso lago, se durmió profundamente.
Mientras dormía soñó con el rayo, la lluvia, la luna, el sol, los pájaros, el ciervo, las nubes, el cielo, aquel sueño en aquel lugar, la hacia valorar, agradecer y maravillarse por toda vida y poder disfrutarla y experimentarla. En un instante percibió que todo lo que la rodeaba formaba parte de lo mísmo y lo amó con profundo respeto y regocijo.
En ese momento aparecieron ante ella unos seres diminutos, alados de cuerpo etéreo y luminoso que danzaban sobre el lago sin mojarse, uno de ellos se le acercó y le dijo.
Parece que acabas de ver una realidad distinta.
Al percibir el misterio de la existencia, estas en una sagrada dimensión. Debes saber que la vida es un sueño, cuando despiertas de él, agradeces y admiras, jamás juzgas ni menosprecias a nada ni a nadie, entonces percibes la fuerza que envuelve todas las cosas, los animales, las plantas, las montañas, las aves, todos los elementos, todo esta en nosotros, cada acto, cada elección es energía manifiesta, ese es el maravilloso proceso de la vida, cuando te sientes incluído y sigues ese fluir, entonces participas conscientemente en el proceso de la creación, sientes sin ninguna duda que formas parte del todo, así creas otra realidad y percibes las cosas como realmente han de verse, un perfecto circulo de amor inclusivo que abarca lo conocido y lo que vendrá en un eterno y único momento, esa es la energía en movimiento la que nos impele a formar parte de todo esto.
Y así soñó y sintió la niña. (mi madre).
Cuando despertó, estaba sentada al lado del lago donde bailaron los seres mágicos, intuyó que había estado allí danzando y disfrutando con ellos.
Que el sueño es aquel en el que nos vemos inmersos todos, porque nadie nos a enseñado a salir de él y poder disfrutar de la verdadera realidad, una realidad llena de felicidad y armonía.
Sintió que en algún lugar del alma, el rayo, la lluvia, la luna, el sol, los pájaros, el ciervo, las nubes, el cielo, todo existía más allá de las formas, desde ese día todas las noches la niña bailó como uno más del grupo de los seres mágicos en el bosque de los sueños.
Se lo dedico a mi madre esta vez a través de la red, con mucho cariño por ser como esta niña del cuento, porque todo lo valora y lo agradece, con una inocencia envidiable. Siendo una persona que no ha tenido una vida nada fácil. ha sido y es un ejemplo de humildad y discreción, digno de imitación.
Deseo que esta siga siendo larga y plena.
Te doy las gracias por todavía poder compartir contigo tantas cosas como me enseñas, tu discreción, tu humildad y tantas cosas que emanan de ti. Gracias mama.
Un beso muy fuerte.
Y como siempre gracias a todos por leer mis historias que las comparto con mucho cariño, besos para todos.
Luz y progreso.
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